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Carta de despedida:

Soy Carlos Rodríguez Trujillo, el entrenador del Goymar en la temporada 2012-2013.

Esta temporda pasada ha sido una temporada extraña, que comenzaba con mucha ilusión, pero que parecía desparecer con el paso de los meses, a mi no me pasaba esto, sino todo lo contrario, cada día estaba más ilusionado con el proyecto. Conseguimos hacer un grupo amplio, contamos con 12 jugadores, incluso se tuvo que descartar a algún jugador y otros se descartaron solos, no aparecieron en la pretemporada.

La pena no acabar con 12 jugadores, varias bajas médicas y otras nos hicieron jugar la mayoría de la temporada con 7-8 jugadores, aún así conseguíamos competir en todos los partidos y en pocas ocasiones el otro equipo nos superaba completamente.

Una pena no haber contado con Oswaldo, jugo poco, y cuando jugo estaba a un 60% aún así ayudaba y mucho.

Mingo ese jugador que tanto desee durante el año, pero que sus problemas de espalda no nos hicieron ver lo bueno que es, aún así en varios partidos fue clave.

Jonay, para mi esta temporada un ejemplo de superación, al principio no jugaba mucho, pero en vez de venirse abajo o ser diferente seguía cumpliendo con ganas y eso le hizo ir ganando minutos alternando jugar de 3-4.

Daniel buen comienzo de temporada muy metido muy fuerte muy anotador, a pesar de ponerme nervioso cuando él tenía la bola, al final no perdía tantos balones.

David, nuestro hombre grande, probablemente el más regular, una pena n haber visto al David de hace unos años aún así una pieza importante en el grupo, distribuidor de alcohol jaja.

Merino, alías te doy un chupete koyak si metes los tiros libres. Una temporada que fue diesel al principio muy fallon en las dos partes de la cancha, le costo coger el ritmo, pero cuando lo cogía un cuchillo cuando penetraba, eso sí le encanto un rectificado aunque este en un desierto.

Adonay, ese chico raro que no cuajaba en ningún lado, pero que este año parece que encontrado donde poner el huevo, para mi la mayor sorpresa del equipo.

Xerach, la flaca, el día que jugamos en Buenavista, mi abuela me pregunto si a ese chico le pasaba algo, que lo llevara a comer, gracias a él conseguíamos hacer cosas, aunque a veces dependiéramos de él. El triple en el último partido contra La Matanza para recordar y para matarlo si fallaba.

Boozer, un fichaje sorpresa aún hoy no se como hice que jugara. Una ayuda increible el poco tiempo que contamos con él, no era nada egoísta un ejemplo de compañerismo.

Jacobo, el hombre de tacoronte, el pescador le costo coger lo que queríamos de él una pena que cuando mejor estaba se marchara por problemas personales.

Estos fueron los más fijos quedan tres jugadores que apenas pudimos contar con ellos, uno porque se fue a currar fuera a principios de temporada, hablamos de Julian, una pena porque era un hombre alto que hubiera ayudado a anotar y defender. Jonathan y Gabriel dos chicos del municipio nunca llegaron a cuajar, quizás ni ellos pusieron mucha parte ni el resto, llegaban nuevos se le dio mucha confianza, pero no supieron aprovecharla y en varias ocasiones desaparecieron mucho tiempo. Una pena porque eran dos chicos que de haber cumplido se hubiera podido aprovechas más.

Que les dijo GRACIAS por esta temporada, recuerden esto no es un adiós, quizás un hasta luego, nos veremos en las canchas.